En
la apnea obstructiva ocurre un colapso de los tejidos en las vías
aéreas superiores de la respiración, sin embargo la persona sigue
haciendo un esfuerzo abdominal y toráxico para respirar pero debido al
colapso de los tejidos no volverá a respirar sino hasta que tenga un
microdespertar (un despertar superficial, suficiente para devolver el tono muscular y se recupere el tono muscular. La principal diferencia
entre la apnea central y la apnea obstructiva del sueño es que en la
apnea central no vamos a encontrar ese esfuerzo abdominal y toráxico
para respirar, la persona simplemente va a dejar de respirar por un
tiempo. Este trastorno respiratorio es menos común que la apnea
obstructiva del sueño y constituye un 5 – 10 % de los casos de apnea en
general. La raíz del problema generalmente es una cuestión
neurológica.
Las apneas centrales
tienen su origen, en que la parte del cerebro encargada del control
respiratorio no empieza o mantiene la respiración apropiadamente.
Existen
dos categorías de trastornos que ocasionan que el sistema nervioso
central disminuya sus señales a los músculos respiratorios:
Los trastornos que tienen que ver con defectos en el sistema nervioso central en si mismo. | ||
Los trastornos fuera del sistema nervioso central que ocasionan que este sistema sano reduzca sus señales a los músculos respiratorios. |
En el primer punto
encontraremos enfermedades relacionadas con el tallo del cerebro, en
los desórdenes neuromusculares y en los síndromes de hipoventilación.
En estos trastornos encontraremos que existe un factor químico o
neurológico que ocasiona que lo que debía ser un control de la
respiración normal, alterne entre la estimulación respiratoria y la
inhibición respiratoria. Los pacientes no sufren de esto mientras están
despiertos porque está presente el control consciente, sin embargo
este desaparece cuando la persona duerme.
En el segundo
punto encontraremos un retraso en el tiempo de la circulación de la
sangre debido a situaciones en las que el corazón no bombea la sangre
con suficiente fuerza. Encontraremos que de 30 a 40%
de las personas con insuficiencia cardíaca congestiva presentan apneas
centrales. Y aquellos que padecen apneas centrales presentan una
mortalidad de 56% en un periodo de 3 años en comparación con 11% de los
que no presentan apneas centrales.
Con un estudio del sueño
se pueden detectar estas apneas y determinar en cuál de las dos
categorías se encuentra la raíz del problema
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